miércoles, 4 de enero de 2017

Niños de carácter difícil I



Basado en el trabajo del gran Lamothe, inicio ésta pequeña serie, tras una pequeña reflexión mantenida ésta navidad junto a unos padres y amigos, espero sea de vuestro agrado.
Este párrafo del libro «El niño insoportable, de Ross W. Greene», me da ánimos, para seguir nadando contra corriente (pag.102)
Un niño presenta todos los signos de que se está ahogando. Usted podría suponer que el niño simplemente estaba fingiendo que se ahogaba para llamar la atención, en cuyo caso la propuesta adecuada es ignorarlo. Si estaba en lo cierto , ignorarlo haría que dejase de fingir. Claro que si se equivocaba el niño se ahogaría. También podría suponer que el niño no estaba motivado para no ahogarse,en cuyo caso podría nadar hacia él, enseñarle un billete de un dólar y gritarle “NADA”. Si estaba en lo cierto, motivarle seguramente haría que se pusiese a nadar. Claro que si se equivocaba el niño se ahogaría.
Su hijo se está ahogando en un mar de frustración e inflexibilidad. Usted es el socorrista.
Si su hijo supiese nadar lo haría. Es hora del plan B.
Descartar las ideas motivacionales.
El enfoque de Greene plantea:
1. Crear un “entorno más favorable”. Lograr una comprensión más clara de las dificultades de su hijo, es el primer paso.

Ayudarle a :

1.Ser más realista respecto a qué frustraciones puede soportar su hijo y estar más abierto a eliminar frustraciones sin importancia.
2. Pensar con mayor claridad cuando su hijo está en medio de un bloqueo y entender que usted no su hijo tiene la clave para determinar como acaba.
3.Ser más sensible a las situaciones que causan frustración.
4.Alejarse de la confrontación manteniendo la autoridad.
5.No tomarse los episodios de inflexibilidad colérica de su hijo como algo personal.

La empatía puede ayudar al niño a controlarse, y un niño coherente tiene más posibilidades de responder a la persuasión lógica que uno incoherente. Por eso no son muy efectivas, al principio con los niños inflexible-coléricos severos.

Previamente, puede funcionar:
La distracción. Deben ser fáciles, agradables y económicas en energía. La mejor es el humor que no sea a costa del niño y que le ayude a ser un poco menos estricto con lo que causa frustración en ese momento.
Reducir marchas” paulatinamente. Como en un coche. No pase de quinta a marcha atrás de golpe escuchando al niño (como al motor) paulatinamente.
Para salir de la incoherencia necesitan un adulto coherente.

Nuestros remedios:

Lycopodium

Es para mi el primero de los remedios en que pienso, del mismo modo que lo hace el doctor Lamothe. Obviamente no es el momento de explicar todo el remedio, tan solo haremos hincapié en los aspectos que comportan dicho carácter.
Por supuesto que Lycopodium presenta numerosas facetas clínicas, entre las cuales podemos destacar siguiendo a Lamothe:
  • El Lycopodium de carácter difícil, inaguantable e insoportable.
  • El Ansioso, esta faceta de Lycopodium puede tener o no carácter difícil, sin embargo aquí domina la ansiedad y el miedo (es tan temeroso como Calcarea phosphorica, por ejemplo).
  • El Depresivo, en el que dominan los problemas de introversión e inhibición, tanto mental como motriz, e incluso también tienen un poco de angustia.
  • El Agitado – Inestable. Como sabemos, Lycopodium es un gran remedio de agitación, aunque no es demasiado frecuente, se encuentra en la práctica. Es agitado porque no es feliz; quizás es un poco como Tuberculinum, pero aún peor. Obviamente Tuberculinum es más constitucional, mientras que en Lycopodium suele estar provocado por un problema de carencia afectiva.

Es Lycopodium, para mi, el primer remedio en los niños secretamente rechazados, no deseados tanto por su padre como por su madre. Ocurre a menudo en el primer hijo de padres añosos e incluso en familias rígidas y ricas, así como de la alta sociedad con principios religiosos rígidos.

Aquí vamos a estudiar el niño Lycopodium difícil, inaguantable e insoportable.

Desde mi punto de vista Lycopodium es uno de los caracteres más difíciles porque puede ser muy violento y muy malo (incluso malvado), a partir de la más pequeña herida a su amor propio. Lo que más teme Lycopodium, ya sea niño o adulto, es perder su imagen, ya que en el fondo duda de si mismo y tiene un complejo de inferioridad. Incluso a partir de la más pequeña frustración, que es vivida como un rechazo de amor.

Pienso que Lycopodium es un poco Silicea, está dominado en su vida por la inseguridad, aunque la esconde a todos (mientras que Silicea no la esconde, porque no tiene un amor propio muy importante). Pero está claro que el problema es el mismo, y para mi es una de la razones que nos lleva al equívoco en la elección del remedio. Ambos (Silicea y Lycopodium) tienen un deseo de protección en la vida, los dos saben que son débiles, sin embargo Lycopodium prefiere olvidarlo, ya que la sola rememoración le hiere.

Lycopodium reacciona entonces con deseo de poder, mientras que al niño Silicea el poder le importa un pimiento.

Éste tipo de Lycopodium tiene un carácter difícil, ya que es muy susceptible. Son niños que se mortifican cuando la profesora los riñe en clase, además son hipersensibles desde el punto de vista afectivo, con acusada introversión. Esconden su afectuosidad. No pueden decir: mamá te quiero, o si lo dicen es casi de manera imperceptible por lo rápido que lo dicen. Sin embargo es el caso del niño que no puede estar lejos de su madre, aunque no pueda abrazarla fácilmente y mostrarle su cariño.

No puede estar sólo, sin la protección de la madre o el padre, y ésta es la razón por la cual exige constantemente la presencia de la madre en todo momento y la sigue allá a dónde vaya. Está totalmente apegado a su madre, y si ésta le pregunta qué quiere, el le responde que no quiere nada, o en todo caso le responde que solo quiere estar cerca de ella.

No obstante, cuando el niño Lycopodium es pequeño, antes de la edad de la razón, tiene menos amor propio consciente y no esconde tanto su afectuosidad. Esto es algo normalizado en la edad pediátrica: Hasta la edad de la razón, los niños son un terreno psicológico ideal para los médicos homeópatas, también para los psicoterapeutas, ya que no han escondido su juego y su inconsciente permanece bastante abierto. Su comportamiento se manifiesta entonces de una forma más o menos natural, sin tapujos.

Así y todo, Lycopodium es uno de los niños que empieza a esconder su juego tempranamente en su vida. Por ejemplo, a partir de los dos años empieza a comprender que existe una vida social y que hay una imagen que se debe dar a los otros, es por ello que empieza a intentar presentar frente a los demás una imagen impecable, tal y como lo hace Staphisagria.

A veces se da cuenta de que es un poco salvaje y de que la gente podría pensar que es un niño malo, y entonces va a modificar artificialmente su comportamiento. Todo esto se puede ver con facilidad en la consulta: es por ello muy importante abrir al máximo los ojos y los oídos.

Sin embargo, no debemos olvidar que frente a la familia no tiene gran amor propio.

El niño Lycopodium hasta los siete años es un niño terrible, de esos que podemos denominar malos, pues hacen mucho ruido. Es un tirano doméstico, indisciplinado, capaz de montar cóleras terribles, romper objetos, quiere destruir y cuando no puede lo que hace es dar golpes. También puede tener accesos de ira más interiorizados con pérdida de conocimiento, por ejemplo: espasmos del llanto (gran remedio).

Cuando es un escolar, después de los seis años, es un alumno brillante, sin embargo perturba la clase porque sabe demasiadas cosas y está impaciente en demostrar lo que sabe, interrumpe al profesosr y perturba mucho a los demás.

Es también un remedio de tics.

Tiene una apariencia seria y un aspecto un poco viejo para su edad (a todas las edades).

Es un alumno aplicado y meticuloso en extremo.

En el fondo duda de si mismo, siendo ésta la razón por la cual no puede aguantar la contradicción, aunque ciertas contradicciones las aguanta menos que otras, cuando corresponden a su problemática. Tiene miedo de ser minusvalorizado.

Frecuentemente son niños mimados, hiperprotegidos. Hay una paradoja entre el hecho de que en el fondo es rechazado y el hecho de que los padres le mimen mucho y lo protejan.

Se debe éste hecho a que los padres se sienten culpables porque saben que en el fondo no han deseado a éste niño. Por ello los niños Lycopodium suelen corresponder al primer hijo, la pareja suele estar en dificultades y el niño no es deseado totalmente.

Es un niño dictatorial y celoso que puede llegar a hacer cóleras violentas.

Cuando es pequeño no se retiene y explota como Staphysagria. Esta es la manera de actuar de Lycopodium, de forma muy aguda y explosiva. A veces es difícil establecer la diferencia entre ambos remedios (Lycopodium y Staphysagria). Yo creo que hay que dar Staphysagria cuando es un niño Lycopodium que ha recibido un traumatismo particular. Por suerte hay ciertos síntomas de Stahysagria diferentes, como son los orzuelos, las infecciones urinarias con dolores específicos, etc.

El Lycopodium insoportable es un niño siempre irritable, que está de mal humor, hace mala cara, sobretodo al despertar. El mal humor al despertar es un excelente síntoma, pero el mejor medio para ponerlo en evidencia no es preguntarlo directamente, sino simplemente preguntar: ¿Cómo está el niño al despertar?

Son niños muy susceptibles, groseros, testarudos, que llevan la contraria y lo critican todo. Son insolentes, pretenciosos, provocadores y, sin su compañero más fuerte que ellos, se vuelven cobardes y huyen, como los perros pequeñitos que ladran mucho y cuando uno se les acerca huyen enseguida, es decir, son desafiantes pero cobardes.

Si pierden en el juego tienen una reacción de huida. Es un gran remedio de los niños que se fugan. He visto a niños que se han marchado tranquilamente de la propia consulta (realmente el niño me estaba mostrando que era Lycopodium).

Los niños Lycopodium quieren curarse.

Aunque la situación causal, por ejemplo: el rechazo, haya desaparecido y los padres hayan cambiado en ese sentido. El niño Lycopodium permanece y se queda bloqueado en un determinado tipo de comportamiento inaguantable. En estos casos el remedio hace un milagro y el niño cambia profundamente.

Pero si el rechazo de los padres sigue subsistiendo, hay que ayudar al remedio con psicoterapia que haga mover la psicología de los padres.

Ross Greene nos habla de los «patrones a evitar:

Interpretar, especular con las razones que mueven al niño. “El se cree más listo que nosotros”.
Cada miembro de la familia debería comentar únicamente sus propios pensamientos, motivaciones.
No forzar el diálogo cuando no es el momento.
No generalizar, no sacar conclusiones globales frente a acontecimientos aislados.
No caer en el perfeccionismo. Has mejorado, pero no lo suficiente… Tomar una perspectiva realista. Así es mi hijo...
Evitar el sarcasmo, el catrastofismo, , interrumpir, sermonear, y pensar por terceras personas… has hecho esto mal y tu profesor se enojará...
Averiguar cómo conceptualizamos los comportamientos del niño inflexible-colérico.
Intentar reconocer que retraso en el desarrollo de las habilidades o que otras dificultades pueden estar provocando el comportamiento.

Examinar con detalle la respuesta de los adultos.
Las estrategias motivacionales posibilitan lo posible, pero no hacen que lo imposible sea posible.

Crear un entorno más favorabe:
1.- Comprendiendo mejor.
2.- Siendo más razonables.
3.- Identificando desencadenantes.
4.- Identificando señales de aviso y actuando lo más rapidamente posible.
5.- Reconocer los comportamientos durante los bloqueos o explosiones como lo que son: residuos mentales.
6.- Entender como es posible que estemos alimentando la inflexibilidad o la cólera del niño.
7.- Utilizar un lenguaje común preciso.
8.- Sean realistas respecto a las expectativas con el niño.
Usar el marco de trabajo de las CESTAS
A) No negociable;B) negociable; fuente de oportunidades educativas para resolver situaciones. C) desestimable.

Cuando sea posible incorporar a los niños en la discusión sobre premios o castigos a sus comportamientos.

ESCUELAS:
El principal objetivo de una valoración no es un diagnóstico, no es determinar si requiere los servicios de educación especial ; es lograr la mayor comprensión sobre el niño y el entorno escolar en el que se mueve”.
Los niños hacen las cosas bien, si pueden.»


Son niños, como Arsenicum, refinados. Pueden ser artistas o muy intelectuales. Lycopodium es el niño que tiene un gran cerebro y miembros pequeños.

Significa que tiene problemas de músculos y de hígado:
  • Acetona.
  • Hipoglicemia.
  • Anorexia.
  • Enflaquecimiento.

Toda la glucosa es utilizada en el cerebro. En la infancia, las crisis de acetona se producen más fácilmente porque los niños tienen un enorme cerebro que requiere un gran aporte de glucosa y son poco productores de la misma (el hígado tiene pocas reservas de glucógeno) y grandes consumidores, pues el cerebro y todo el sistema nervioso están muy acelerados en sus funciones (en relación al adulto), y necesita además crecer.

Lycopodium tiene un problema con el azúcar (la glucosa), y simbólicamente lo dulce corresponde al amor, al afecto. Tiene una máscara de dureza: no puede mostrar su amor pero en el fondo es tan sensible como Silicea, o quizás más, puesto que está más traumatizado. Silicea no tiene la fuerza para luchar de Lycopodium, el cual tiene fuerza porque tiene ambición (de ser mejor, de ser bueno a la vista de los demás).

Esta ambición es un motor que le tira con fuerza, pero en el fondo es un gran hipersensible, el más hipersensible de la Materia Médica. Es un niño capaz de sentimientos afectivos increíbles, tanto en el sentido positivo (afectuosidad) como en el negativo (maldad).

Ciertos Lycopodium tienen el síntoma Desconfiado, como Arsenicum. Desconfían de los demás y también tienen celos de los otros.

Ser celoso en Lycopodium significa ser celoso con envidia, pero menos que Pulsatilla. Recordemos que en Pulsatilla los celos son envidia, mientras que en Lycopodium es celoso porque no puede tener el mismo poder de otro más fuerte que él. Tiene celos de los que son semejantes a él, pero algo superiores porque tienen más poder.

Lo que importa a Lycopodium no es el poder afectivo (como Thuja, que es un manipulador, o Lachesis), sino el renombre, la fama, la opinión que de él tengan los demás . Lo que le importa es que la gente diga que es el mejor, que diga que es el que manda, aunque no sea real.

Otra característica de Lycopodium es el deseo de ser muy diferente de los demás, quiero decir: diferente en sentido positivo. Puede ser también un remedio de marginales.

En el fondo son solitarios. Como Sulphur, puede parecer que tiene muchos amigos, que conocen a mucha gente, pero en el fondo está sólo: no le aguantan. El niño en la familia también es un solitario, sus hermanos y hermanas no le aguantan porque no permite que le toquen nada de lo suyo y sus padres no le aguantan porque es insoportable y agresivo.

Este tipo de Lycopodium puede ser tímido o no. Posiblemente nunca será tímido, pero se incomodará mucho en situaciones embarazosas, cuando alguien dice algo que le toca en sus defectos, en su máscara. Si Lycopodium se figura que tiene tal defecto, va a molestarse mucho, va a avergonzarse, pero no va a dar la cara y va a marcharse (se fuga).

Está cerca Kali carbonicum, porque como él, desea la compañía pero no aguanta que los demás dirijan la actividad o la discusión. Querría ser él quien lo dirigiera todo. Prefiere mandar y que los demás sigan sus gustos.

No le gusta mucho que la madre demuestre su afecto hacia él abrazándole, besándole, si hay otras personas delante, pero si están solos si lo desea.

Es un niño muy engañoso, como Platina, porque esconde frente a todo el mundo sus miedos, su ansiedad. Lycopodium tiene muchos miedos, incluso aunque parezca seguro de sí mismo. Hay muchos miedos posibles en Lycopodium, tanto los clásicos como otros que no están en el repertorio. Dichos miedos corresponden a conflictos personales secretos.


Puesto que Lycopodium duda mucho de él mismo es un gran remedio para el miedo por anticipación (al colegio, etc.). Primeramente tiene miedo de no conseguir lo que quiere y después, si lo ha conseguido, duda de que lo ha hecho, pero no lo dice como Silicea. Silicea dice: no lo he conseguido, no lo he logrado, cuando a veces si lo ha conseguido. Lycopodium lo piensa, pero no lo dice; y si se le pregunta, dice que si lo ha logrado. 

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